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David entre los filisteos

27 Pero David tenía un presentimiento. Y pensaba: «Un día, Saúl me va a matar. Lo que más me conviene es huir a la tierra de los filisteos. Así Saúl se olvidará de mí, y dejará de perseguirme por todo Israel, y me pondré a salvo de él.» Entonces fue a ponerse al servicio de Aquis hijo de Maoc, que era rey de Gat, y los seiscientos hombres que andaban con él lo siguieron. Así fue como David y sus hombres se quedaron a vivir con Aquis, en Gat, junto con sus familias. Además, David se llevó a sus dos mujeres, es decir, a Ajinoán la jezreelita y a Abigaíl, la que había sido mujer de Nabal, el de Carmel.

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